El aparato, un Hercules C-130 de la Fuerza Aérea con 11 tripulantes y 98 soldados con miembros de sus familias, entre ellos diez niños, se dirigía a la provincia de Papua, según las fuentes.
Se estrelló sobre un arrozal y se prendió fuego hacia las 06H30 (23H30 GMT) cerca de la ciudad de Magetan, a unos 160 km al este de Yogyakarta, al este de Java, según la Fuerza Aérea. El aparato había iniciado la fase de aterrizaje en una base militar con el objetivo de hacer una escala.
Antes de estrellarse, el aparato “chocó contra varias casas y rebotó contra el suelo”, indicó un testigo. Los restos del avión estaban esparcidos en el medio de un arrozal, constató un corresponsal de la AFP. Una rueda del aparato se inscrustó en la pared de una casa.
Aún no se conocen las causas del accidente. “El tiempo era bueno, los motores estaban en buen estado. ¿Se trata de un error humano? No lo podemos confirmar“, declaró Sagom Tamboen, un portavoz de la Fuerza Aérea.
Los Hercules C-130, construidos por el estadounidense Lockheed, son aviones muy utilizados en el mundo para el transporte de tropas y material.
Este es el segundo accidente de un Hercules de la Fuerza Aérea indonesia. El 10 de mayo, un aparato tuvo problemas al aterrizar en un aeropuerto de Papua, hiriendo a una persona.
Un mes antes, el 6 de abril, 24 militares fallecieron cuando su avión de entrenamiento, un Fokker 27, se estrelló en una base aérea de la isla de Java.
Indonesia es un país muy dependiente del transporte aéreo, que sirve para unir las más de 6.000 islas habitadas que forman el país, algunas de ellas cubiertas de montañas y bosques.
Por la gran cantidad de accidentes, la Unión Europea (UE) puso en la “lista negra” en julio de 2007 a la totalidad de las 51 compañías aérea de Indonesia, por lo que se les prohíbe aterrizar sus aviones en los 27 países miembros de la UE.