Se cumplieron 50 años del primer enganche en un portaviones de la Armada
Lo realizó un avión NA sobre la cubierta del ARA “Independencia”, el 8 de
junio de 1959. Lo piloteó el entonces capitán de corbeta Justiniano
Martínez Achával.
La adquisición del portaviones ARA “Independencia” en 1958 cambió el rumbo definitivo de la Armada Argentina.
A partir de diciembre de ese año fue incorporado en la Flota de Mar
sumando capacidades a la Aviación Naval, cuya doctrina y linaje son
forjados a partir del trabajo integrado.
El 3 de junio de 1959, acompañando a las unidades de la Flota de Mar
como “nave almirante”, zarpó al golfo Nuevo, al noreste de la provincia
de Chubut, mientras aeronaves de la Escuadrilla NASNJ-5C “navalizada”
esperaban el momento de posarse por primera vez en su cubierta de vuelo.
Cinco días más tarde, el avión 2-A-301 tripulado por el capitán de
corbeta Justiniano Martínez Achával zarpó desde la Estación Aeronaval
Puerto Madryn y tras sobrevolar a las unidades de la Flota de Mar que
navegaban en formación, comenzó las comunicaciones radiales para
concretar el primer “enganche” en el portaviones.
Luego de aproximarse y colocarse a la popa del “Independencia”, cobró
altura de aterrizaje. Señaleros y demás personal en la cubierta de
vuelo fueron testigos privilegiados del primer anavizaje y enganche.
Fue una maniobra perfecta.
Si bien en ese momento se lo tomó como un acontecimiento más dentro del
proceso de adaptación de la Aviación Naval al portaviones, es el que
inició un camino y marcó un hito en las operaciones de la aviación de
ataque”, cuenta hoy el capitán de fragata Daniel Tricerri, jefe de la
División Bases del Comando de la Aviación Naval.
De este enganche pionero no existen registros fotográficos. Sólo se
conservó una nota en la libreta de vuelo del piloto que dice: “1er
aterrizaje en PAL Independencia”, señala.
“Tanto el enganche, como cualquier interacción con el portaviones es
una operación compleja. Desde el punto de vista del piloto es muy
excitante. Se requiere mucha concentración y aunque demanda gran
exigencia, suele ser la mayor satisfacción para un piloto de ataque”,
agrega.
“Actualmente, mantenemos la capacidad de operación en portaviones
interactuando con otras Armadas y adiestrando permanentemente al
personal”, explicó.
El capitán Tricerri fue comandante de la Segunda Escuadrilla Aeronaval
de Caza y Ataque y durante su carrera realizó varios enganches con
portaviones durante operativos internacionales, piloteando los caza
Súper Etendard.
Fuente: aviacionargentina.net
saludoss. .
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